Levantas la mirada y observas que el muro sigue intacto. El cansancio va apareciendo. Buscas un atajo que te permita, evitar la tarea de enfrentarte ante aquello que obstaculiza tu caminar. Las fuerzas son las justas. Decides sentarte en el banco del encuentro. Tomas aliento mientras mentalmente, enumeras las paredes anteriormente superadas. No tienes dedos … Sigue leyendo
